Votar con broche en la nariz: los electores frente a la disyuntiva electoral de noviembre

En tiempos de elecciones el votante se plantea a quien elige, escucha sus propuestas y lee sus plataformas, después en el cuarto oscuro emite su voto según su convicción o ideología, vota en blanco o anula el mismo. Por estos días asistimos a un fenómeno sociológico muy particular: muchos electores afirman que irán al cuarto oscuro “con un broche en la nariz”, haciendo referencia a que votarán en contra de sus convicciones, con la premisa de que no gane el otro candidato.  

Este fenómeno, que se denomina voto táctico, sirve para explicar el voto a ambos candidatos. Aunque los motivos son bien distintos. En un estudio reciente de nuestra consultora, Inteligencia Colectiva, pedimos a los entrevistados que no habían votado por Sergio Massa y Javier Milei en las elecciones generales que definiera a estos candidatos con las sensaciones que primero le venían a la mente: frente a Massa eligieron asco y hartazgo, frente a Milei respondieron miedo, terror e incertidumbre. 

En la elección de octubre una parte de la ciudadanía expresaba precozmente que era capaz de renunciar al candidato que mejor representaba sus valores e ideas, con tal de que no gane el candidato que expresa un peligro para ellos. Esto es lo que vimos en una entrevista en profundidad en la que el entrevistado decía “Massa, bueno, ya sabés que va a hacer, el otro no sabés, puede disparar para cualquier lado”. Similares respuestas obtuvimos en un focus group de jóvenes, realizado previo a las Primarias Abiertas, en el que los integrantes del grupo calificaron a Sergio Massa con una serie de epítetos, muchos con una fuerte carga negativa, pero paradójicamente a la hora de votar quienes habían decidido su voto lo harían por él, frente al riesgo e incertidumbre que representaban los otros candidatos. 

“el voto táctico será un recurso obligado de cara a la instancia de noviembre.”

 

En países europeos, como el Reino Unido y Francia, los movimientos por el voto táctico tienen unos cuantos años, como el que llama a votar contra los Tories o los electores organizados del país galo que llaman a votar a los candidatos mayoritarios para evitar el triunfo de Marine Le Pen en Francia. En el caso argentino, el voto táctico será un recurso obligado de cara a la instancia de noviembre que cuenta con sólo dos opciones. Queda preguntarse qué sensación será más fuerte ¿el asco o el miedo?

Por Nancy Monzón y Leopoldo Santucho

Directores de la Consultora Inteligencia Colectiva

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